Un tal David Pitchford, de Florida, Estados Unidos, se está tratando de pasar de listo con todo el tumulto generado alrededor de WikiLeaks y el arresto de su cerebro Julian Assange. Y así como a este último le llueven líos con la justicia por “bocón”, Pitchford aprovechó de colar su propia demanda por la no despreciable suma de US$150 millones en perjuicios. Lo amoroso de todo esto es que el líbelo acusatorio en este caso es por generarle una severa angustia emocional.
Para que no hubiera duda de que los daños sufridos por el floridano son acordes al montante exigido como “compensación”, la demanda incluye acusaciones por negligencia que derivaron en el empeoramiento de su hipertensión, depresión y estrés, y explica que a causa de la publicación de documentos gubernamentales secretos ahora vive “en un miedo constante de sufrir un nuevo ataque cardíaco y/o una apoplejía” debido a la creencia de que el mundo ahora se encuentra “al borde de una guerra nucliar (sic)”. Sí, es que los documentos tienen algunos horrores ortográficos notables.
De paso, acusa a Assange y WikiLeaks de ser culpables por “terorismo (sic), espionaje y traición” y de ponerlo en peligro a él “y a toda persona en Estados Unidos y el mundo entero”. Un auténtico pájaro el tal señor Pitchford (o el letrado actuario que puede haber transcrito la demanda por él).
Probablemente su acusación no tenga un futuro muy promisorio, pero al menos podrá juntar los papeles con los de anteriores demandas legales contra gente mundialmente conocida y a la cual podría sacarle algunos millones. Entre sus demandados se encuentran, por ejemplo, Osama Bin Laden… Sin comentarios